miércoles, 19 de diciembre de 2012

"Sólo me falta una espada"

Este lo canté para mi (?).

El Laberinto del Castillo de Buda es el sueño del nerd. Desde el día en que salieron las ofertas, y empezamos a investigar la ciudad para ver si valía la pena ir o no, era lo que más me llamaba la atención. Nota: tampoco es que sea tan pelotudo, que me llame la atención esto por raro no significa que lo demás no me pareciera extraordinario (?). Pero tenía un problema: figuraba como "cerrado" en la web que usamos para conocer las atracciones de la ciudad (por cierto, recomendamos ésta guía y todas las demás de Civitatis para cualquier ciudad que esté tratada. Están sumamente actualizadas y dan unos consejos de viaje -tanto para elegir atracciones, como para moverse, precios y recomendaciones- muy útiles).

Por suerte, cuando estábamos bajando del Bastión de los Pescadores, para el lado del Castillo de Buda, vimos el cartel del Laberinto y nos arrimamos a chusmear...

Eso de atrás es parte del Disney Bastión de los Pescadores, desde adentro.
En el post anterior nos había quedado afuera de las fotos, así que lo cuelo acá.
Si bien es cierto que, como dice la propia web oficial, gran parte del Laberinto está cerrado, nos encontramos con que se podía acceder a lo que, creemos, era uno de los cuatro mini laberintos que forman el complejo.

Básicamente, el laberinto es una cueva natural de 500.000 años de antigüedad. Pero claro, en una ciudad como Budapest -que, como contaba Corina en el post anterior, fue ocupada por todas las civilizaciones habidas y por haber-, tiene una fuerza histórica adicional impresionante. Además de refugio de civilizaciones prehistóricas, ofició de cámara de tortura, cárcel y bodega (?) del castillo durante la edad media y de instalación militar secreta, bunker antibombas para altos funcionarios y hospital militar durante las guerras mundiales. El laberinto fue reacondicionado después de la caída del muro y se lo convirtió en una especie de muestra cultural. Se pusieron, a lo largo del recorrido, réplicas de estatuas prehistóricas, pinturas rupestres y una exposición de figuras de cera de época.


Como pueden ver, ya el mapa -con perdón de la expresión- es puro rol. Es un recorrido circular, con un montón de pequeñas habitaciones y desviaciones a las que uno puede acceder siguiendo el camino principal. De más está decir que como buen nerd +1 (Corina no estaba especialmente encantada por la idea, pero ya llegaremos a eso (?)), no nos fuimos del Laberinto sin pisar cada rincón. 

Habría que dividir el recorrido en dos partes... no porque esté dividido físicamente de manera alguna, sino más bien por como lo vivimos nosotros. 

Intenté dejarla ahí, pero encontró la manera de escapar (?).
Sobre la primera parte, cada pasillo tiene indicaciones, carteles que van contando la historia del laberinto, esculturas, fotos antiguas. Pudimos ver la exposición de figuras de cera que, en general, representaban a la nobleza húngara con músicos de la época (la cultura musical que tiene Budapest es impresionante, el 50% de los carteles publicitarios que se ven en la calle son de espectáculos musicales). En esos recovecos -porque no hay otra manera de llamarlos- sonaban obras de los compositores que aparecían en las representaciones. Además, en uno de los rincones nos encontramos con esto:


Sí, Hungría está geográficamente -en buen francés- a una escupida (?) de Rumania. El más famoso prisionero del laberinto estuvo ahí durante el siglo XV, durante el reinado de Matthias (¡el de la iglesia!): Vlad Tepes, el Conde Drácula. 

Aclaración pertinente: no en todo el laberinto había música, sí en ese sector (y en la parte de los músicos, que contaba antes). Pero el lugar es francamente tenebroso. Está 15 metros bajo tierra, a máximo 500 metros de un río gigante como el Danubio, y nosotros caímos ahí a finales del otoño. En resumen: la humedad y la neblina que había ahí abajo era infernal. Leímos algún lado que no está recomendado para claustrofóbicos y asmáticos, y es exactamente así. Con la cámara no pudimos sacar fotos, el lente estaba completamente empañado, las que hay son de los celulares. Como decíamos en el video, no se veía diez metros para adelante, y eso que había lámparas en las paredes, bastante cerca unas de otras. 

Pero claro, eso fue hasta las seis de la tarde.


Exactamente a las seis de la tarde, se nos acercó un señor muy simpático con una lámpara de aceite. Le preguntamos por qué nos la traía y nos aclaró que a partir de las seis el laberinto apaga las luces. Diez segundos más tarde, fuera luces, fuera música. En ese momento, cambiamos el nada de "no se ve nada" de sentido figurado al sentido literal. Silencio y oscuridad puros y duros, como sólo se los puede encontrar abajo de la tierra.

Por supuesto, eso generó reacciones encontradas en la sociedad conyugal. Básicamente, yo no cabía en mi de alegría, y Corina quería rajarse a toda costa (?). Pero todavía nos quedaba medio laberinto, y había que recorrerlo.


Para insertar el video, mientras escribo el post, abro el link. Corina lo escucha y me dice, desde el otro lado de la habitación: "Yo no te puedo explicar las ganas de vomitar que tenía en ese momento. Esos tipos son rústicos, ¡son rústicos! ¡Mirá si se olvidan y me dejan encerrada!". El terror perdura, sí señor.

No se veía nada. Nada. Y sólo se escuchaba agua. Y se pisaba agua. Y se respiraba agua. La única luz que teníamos era la lamparita que, con la niebla, no llegaba a iluminar la pared que estaba a un metro y medio. En los videos se nota lo que digo: son más bien audios. Mírenlos, no tienen desperdicio (?).


Después de dar un par de vueltas siguiendo las paredes e, insisto, sin dejar de pisar ni uno sólo de los rincones del laberinto, no sea cosa que dejemos alguna cosa looteable (?) en el camino, llegamos a la salida. 

Fue una experiencia extraordinaria, se las recomendamos a todos aquellos a los que se les ocurra pisar Budapest. En particular, apunten a llegar alrededor de las seis: la visita se disfruta muchísimo más con las luces apagadas. Fus Ro Dah! (?).

Sacada con flash, obvio, con la luz real era difícil hasta encontrar el trono

6 comentarios:

  1. Corina, en este momento están votando la ley de trata, yo creo que con estos videos lo podes denunciar!!!

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  2. Yio no entro ahí ni mamada, que te fumaste hijito? Esto es causal de divorcio!

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  3. Che, no es para tanto, la pasamos bien!

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  4. Para resarcirte la vas a tener que llevar a México a nadar en unos cenotes!!

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  5. Yo entraba cagado de miedo, y la pasaba genial. Claro, después conocía el sistema de salud europeo para tratar mi infarto, jeje

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  6. Vuelvo a comentar, solo para que conste.

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