sábado, 15 de diciembre de 2012

Visita al Palau de la Música Catalana

El miércoles pasado ofició de séptimo día bíblico (?). Después de una semana encerrados en casa trabajando para una entrega (que vencía martes a la noche, presentación incluida), al fin tuvimos tiempo para descansar. Por suerte, la fecha casi coincidió con la llegada de la gira del coro en el que canta Matías a Barcelona, así que aprovechamos para juntarnos a comer una paellita (?) en la playa mediterranea.

El restaurant estaba en plena playa, nos atendieron fantásticamente, y la vista era impresionante. Aprovechamos para ponernos al día y recordar los buenos viejos tiempos, morfando como reyes.


Cuando tuvo que irse para el hotel, a preparar el concierto, nos fuimos a hacer tiempo, dando una vuelta por Barcelona. Conocimos la impresionante Iglesia de Santa Eulalia, Catedral de Barcelona, a la que todavía no habíamos entrado. Es una catedral gótica con una disposición medio rara, que nos gustó mucho. El coro está en el medio de la nave y el sepulcro de Santa Eulalia justo abajo del altar. 


Saliendo a la plaza de la iglesia, encontramos una feria de cosas artesanales llena de adornos de navidad. La ciudad está ya con todas las decoraciones; nosotros nos preparamos para vivir nuestra primera navidad invernal.



Dimos algunas vueltas por la ciudad, tomamos un café en la Plaza Real, y apuramos el paso para el lado del Palau. El edificio del Palau de la Música, donde se hizo el concierto, es impresionante. Es una construcción modernista del 1900, que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No pudimos sacar muchas fotos, con el apuro y enorme cantidad de gente que había (cantaron a sala llena), pero la verdad merece una visita.


Contaba que Matías canta con un conjunto vocal (La Cetra) de Basel. Junto con la Orquesta de La Cetra, presentaron el Mesías de Händel en Barcelona la semana pasada. La particularidad del concierto es que era participativo... es decir, se audicionó y eligió a unos cuantos amateurs (más de 400, según dice acá) que cantaron el oratorio junto con los profesionales.


La verdad, fue un espectáculo precioso. Nos encantaron, tanto las partes en las que sólo cantaron los profesionales, como las del coro completo. Si se fijan en la foto, toda la gente que está leyendo la obra en los palcos del primer piso, más los que están sentados al lado del órgano, son los amateurs. Por otro lado, sacamos entradas bastante baratas, y nos sentamos bien lejos, y aún así se veía y (sobre todo) escuchaba de maravilla. Punto para los catalanes.

Pasamos una noche espectacular. Cuenta la leyenda (?), que Corina identificó la voz de Matías en alguna parte de los coros y me dijo "¡es ese!" en pleno concierto. Nos las arreglamos para grabar un poquito del bis, a pesar de la estricta prohibición.


(Si pasan el video a HD se ve muchísimo mejor)

Felicitaciones públicas (?) para Matías, de parte de los dos, hermoso laburo. Fue un gran placer ir a escucharte.

¡Enorme gusto haberte visto de este lado del charco! La próxima será en la tierra del asado.

3 comentarios:

  1. Hey Hey !!! se saltearon Budapest!!! no valeee!!!

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  2. Por favor, podrían ser tan amables de afanarse un servilletero de esos de Estrella para mi?

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  3. Hermosamente relatado. Gracias por compartirlo.

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